RESEÑA DE ENTREVISTA A MARIA ARMIDA VARELA CORELLA
María Armida
Varela Corella, se le conoce como Maria. Nació en Cananea, Sonora el 13 de
julio de 1945. El mes de mayo de ese mismo año se terminó la segunda guerra
mundial, un acontecimiento muy relevante para todo el mundo. Sus papás fueron Francisco
Ernesto Varela Hesse originario de Nacozari y Armida Elena Corella Padilla
nacida en Banámichi, Sonora. Tuvo 2 hermanos, el mayor se llamaba Francisco
Ernesto y le decían Tito y su hermano menor se llama Luis Carlos. Indudablemente
se parece a su papá en el físico y en su personalidad. “Él amaba la vida y era
optimista ante la adversidad, creo yo sentir lo mismo.” dijo Maria.
Le gustaba mucho
andar en bicicleta, patinar y saltar a la cuerda, también le gustaba escuchar
discos con cuentos y jugar a las escuelitas. Para pasar el tiempo sus hermanos
los 2 tocaban la guitarra y les gustaba jugar afuera con los vecinos y dar la
vuelta en el carro. Sus papás iban seguido al cine y también invitaban a amigos
a jugar cartas. Después llegó la televisión a Cananea y todos la disfrutaban
juntos.
Al crecer, sus
papás y algunas de sus maestras tanto de primaria como de preparatoria fueron las
personas mas influyentes en su forma de pensar. Estudió pedagogía en la
Universidad de Arizona en Tucson y tiene título universitario de
licenciada en pedagogía. Recibió premios de cuadro de honor como muchos otros
niños. Ya recientemente ha recibido
reconocimientos por natación y por su trabajo en la comunidad. Su primer y
único trabajo fue de maestra en Cananea English School ahora Instituto Minerva
donde trabajó durante 30 años.
Maria Armida se casó el 14 de septiembre de 1968 en la
Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en Cananea, Sonora, con el señor Roberto
Xavier Laporte Denogeán que descansa en paz. Tiene tres hijos llamados Ma.
Suzette, Roberto Xavier y Ricardo Alfonso.
Se enteró que sería abuela por primera vez cuando Susy su hija mayor le llamó por teléfono para avisarle. María mencionó “Ser
abuela es una de las bendiciones más grandes que hay. Me encanta verlos crecer
y contarles anécdotas de sus papás. Para
mí es muy gratificante cuando veo a todos mis nietos juntos conviviendo y
disfrutándose. Siento que no me cabe el corazón dentro del cuerpo. Disfruto
mucho sus pláticas y sus actividades escolares y deportivas. Y lo que más me encanta son sus abrazos y
muestras de cariño. Son un verdadero y valioso tesoro que siempre llevo
cerquita de mi corazón.”
Actualmente le gusta
mucho viajar, nadar y bailar con las amigas para hacer ejercicio. Le gusta también reunirse con sus amigos para
platicar y “componer el mundo”. Y cuando
está con sus hijos y sus familias, se siente totalmente feliz y bendecida. Le
gusta tener amigos sinceros y con actitud positiva, con ganas de vivir la vida
con entusiasmo. Cuando Maria Armida fue preguntada que si pudiera volver a
nacer, qué cambiaría ella, contesto que no puede imaginar tener una vida mejor
que la que Dios le regaló y que no cambiaría ningún aspecto de ella.
“Siempre valora
a la familia y sé agradecida con tus papás y con Dios, y sé amable y respetuosa
con los demás.” Fue la frase que Maria me dio al final de nuestra entrevista.
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